El contencioso sobre Berlín comenzó ya en los últimos meses de la Segunda guerra mundial. Mientras que el general norteamericano Eisenhower renunciaba a tomar la capital del III Reich para ahorrar pérdidas a los ejércitos aliados, Stalin daba prioridad sobre cualquier frente a la batalla de Berlín. Unas semanas y un millón de bajas después, la ciudad fue tomada por los ejércitos del mariscal soviético Zhukov. Inmediatamente, la histórica urbe quedó dividida en cuatro zonas de ocupación correspondientes a la URSS, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
El 24 de junio de 1948 la Unión Soviética decidió bloquear Berlín impidiendo cualquier comunicación por río, tierra o aire entre la zona occidental y el resto de Alemania. Las razones eran diversas y entre ellas destacaba la creciente inquietud soviética ante el monopolio atómico de Estados Unidos. Sin embargo, sobre todo, influyó el deseo de impedir que surgiera una Alemania occidental y de carácter democrático que se convirtiera en bastión contra los proyectos expansionistas de Stalin.
La URSS esperaba doblegar a las potencias occidentales pero no lo consiguió. El 26 de junio fuerzas británicas y estadounidenses comenzaron a enviar suministros a los más de dos millones de residentes de Berlín Occidental mediante un puente aéreo. Se trataba de un pulso en el que debía quedar de manifiesto si Occidente iba a defender el centro de Europa frente al comunismo o, por el contrario, estaba dispuesto a entregarlo como había sucedido con los otros países del Este. Precisamente ese carácter emblemático explica la resolución de Estados Unidos y Gran Bretaña por mantener Berlín alimentado y abastecido.
Hasta el levantamiento del bloqueo -que tuvo lugar el 12 de mayo de 1949- se realizaron 277.728 vuelos sobre la República Democrática, que aportaron 2.110.235,5 toneladas de suministros a la ciudad. De la crisis nació un Berlín occidental e independiente y la seguridad de que Occidente defendería la independencia de una Alemania realmente democrática. La respuesta soviética fue crear una República alemana sometida a una dictadura comunista y a la que, de manera dramáticamente sarcástica, se denominó democrática. Como quedaría de manifiesto en repetidas películas de espías, Berlín se había convertido así en un campo de batalla de la guerra fría. No podía ser menos porque los alemanes sometidos a la dictadura comunista de la RDA consideraban que la ciudad dividida constituía el lugar de huída ideal hacia la libertad. Además no estaban dispuestos a dejarse doblegar.
El 24 de junio de 1948 la Unión Soviética decidió bloquear Berlín impidiendo cualquier comunicación por río, tierra o aire entre la zona occidental y el resto de Alemania. Las razones eran diversas y entre ellas destacaba la creciente inquietud soviética ante el monopolio atómico de Estados Unidos. Sin embargo, sobre todo, influyó el deseo de impedir que surgiera una Alemania occidental y de carácter democrático que se convirtiera en bastión contra los proyectos expansionistas de Stalin.
La URSS esperaba doblegar a las potencias occidentales pero no lo consiguió. El 26 de junio fuerzas británicas y estadounidenses comenzaron a enviar suministros a los más de dos millones de residentes de Berlín Occidental mediante un puente aéreo. Se trataba de un pulso en el que debía quedar de manifiesto si Occidente iba a defender el centro de Europa frente al comunismo o, por el contrario, estaba dispuesto a entregarlo como había sucedido con los otros países del Este. Precisamente ese carácter emblemático explica la resolución de Estados Unidos y Gran Bretaña por mantener Berlín alimentado y abastecido.
Hasta el levantamiento del bloqueo -que tuvo lugar el 12 de mayo de 1949- se realizaron 277.728 vuelos sobre la República Democrática, que aportaron 2.110.235,5 toneladas de suministros a la ciudad. De la crisis nació un Berlín occidental e independiente y la seguridad de que Occidente defendería la independencia de una Alemania realmente democrática. La respuesta soviética fue crear una República alemana sometida a una dictadura comunista y a la que, de manera dramáticamente sarcástica, se denominó democrática. Como quedaría de manifiesto en repetidas películas de espías, Berlín se había convertido así en un campo de batalla de la guerra fría. No podía ser menos porque los alemanes sometidos a la dictadura comunista de la RDA consideraban que la ciudad dividida constituía el lugar de huída ideal hacia la libertad. Además no estaban dispuestos a dejarse doblegar.
Conclusión
el bloqueo de Berlin puede ser considerada tal vez la contra parte a la doctrina Truman en donde los estadounidenses demostraron, lo que eran capaces de hacer para dominar el mundo y cual seria su estrategia , el caso del bloqueo de Berlin es una situación bastante similar solo que del otro lado de la moneda, también haciendo cosas que desde un puesto de vista humano no son muy entendibles, y demostrando que lo que en esta guerra era prioritario mas halla de dos ideas que no se pueden entender dos países con el animo de tener el control completo de la humanidad, ademas el bloqueo de berlin muestra como en la segunda guerra mundial los países que ganaron se aprovecharon de manera indecente del país que había sido derrotado y se repartieron su territorio lo cual a mi modo de ver y con mi opinión causo que esa rivalidad entre el comunismo y el capitalismo se aumentara.
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